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(Javier Mesa Díaz, gran costalero, capataz, cofrade y mejor persona y amigo)
1 – Cuéntanos algo sobre ti
Tengo 39 años, tengo unas pocas e corrías, tengo muchas primaveras hechas en el pellejo, ya me meto en los pasos con los niños que yo les hacía las fotos de la comunión, con lo que empiezo a preocuparme con la edad.
He sido las tres cosas, cada cosa tiene su por que, su cuestión y su sentimiento. Evidentemente el que más puede satisfacer a un cofrade que está volcado en esto es ser costalero, pero la experiencia como nazareno es importante, inolvidable y no está pagada. A veces los costaleros somos muy crueles con los hermanos nazarenos. En el tema del martillo llegue por casualidad y ahora lo dejo por circunstancias pero siempre estaré ahí para lo que cualquiera quiera, pero no me quema la mano por coger un bronce, la verdad, no tengo esa ansiedad.
En la Semana Santala Sentencia de la Gañanía y debajo del palio negro al cual vuelvo después de nueve años.
Después pasamos a Mayo con María Auxiliadora, el Corpus, mi Cinta de mi alma, tanto la bajada como la subida y la Inmaculada con Afri, que disfruto mucho con los hombres que van debajo, con Francisco que es un maestro y al son de tejera que hace el trabajo muy fácil.
Como me ponga a enumerarte…
Me estrené en la Lanzada un Martes Santo que me llamaron a las tres de la tarde con quince años. Después he pasado por las trabajaderas de un paso muy importante bajo mi punto de vista, que es el palio de la Soledad de los Servitas de la cual soy hermano de la Hermandad porque me unen muchos amigos a la cofradía, la Virgen del Carmen de la Concepción que la saqué contigo (Samuel Mora), el Carmen de San Gil, Las Mercedes de la Puerta real, San José Obrero, Santa María Madre de la Iglesia , algunas cosas más habré hecho, lo que pasa que son muchos años ya Samué.
Con el martillo, la Urna con mis niñas, que esas mujeres cumplen 10 años debajo de las trabajaderas del Señor y con Alberto Parejo en el Valle que he tenido la suerte de trabajar durante 6 años, se ha hecho y completado un trabajo magnífico, él sigue con la labor para delante, con su buen amigo Moisés y yo evidentemente me aparto ya porque mi trabajo está hecho.
En el costal en Semana Santa desde la cuna, eso es inevitable. Mi bisabuelo tenía las llaves del almacén de la Hermandad del Santo Entierro para montar los pasos y le pagaban por montar todos los altares de San Pedro, los pasos de Pasión y del Santo Entierro, con lo cual esto me viene de raíz, no tengo memoria real de cuando me metí en Semana Santa, recuerdos que tengo son de llegar a San Pedro, levantar los faldones de los pasos el Viernes Santo por la mañana y sacar la papeleta de sitio cuando yo era un “moco con patas”.
En el mundo del costal hago este año XXV Semana Santa. Mi primer año fue en el 89.
Como costalero el martes Santo del 89, me estrené por casualidad en el caballo de la Lanzada , como ocurrió con muchos chavales jóvenes que fuimos a echar una mano y mi estreno de verdad fue el Viernes Santo bajo mi Soledad de María.
Con un martillo me estrené por casualidad en la Semana Santala Urna , con más miedo o más pánico que nadie pero evidentemente había que estar ahí y echar una mano a la hermandad y confiaron en mí y se hizo un buen trabajo mientras estuvimos ahí.
Mi primera levanta con un paso montao evidentemente fue el Viernes Santo en el Santo Entierro del Señor Yacente, se me atraganta hasta la saliva (risas) y como costalero mi primera levantá fue el Martes Santo bajo la Lanzada que no me dejaba ni ponerme derecho porque llevaba tíos como cuatro o cinco dedos más chicos que yo, hasta que por la Merced me dijeron “quillo tu no vas muy agobiao ahí” y digo “un poco, no me puedo poner derecho” pero con quince años yo no tenía conciencia de lo que era esto “Hombre ponte un palito más atrás”, que el palo de atrás era más alto que el de adelante, las cosas de aquella época y sin relevo, aquello fue de mármol hasta la Merced porque me amenazaron los del santo Entierro diciéndome que o me salía o el Viernes Santo no me metía en la Soledad y me despedí en la catedral de vuelta y acompañé a la cofradía hasta la recogida.
Yo tengo la buena o la mala costumbre de ir casi siempre con los ojos cerrados debajo de los pasos, casi siempre. Quizás por que piense mucho en los míos y me acuerdo mucho de mi gente.
También intento tener máxima concentración en el trabajo con los ojos cerrados, el costalero no tiene que adivinar ni ver lo que está haciendo porque el trabajo sale de dentro, en la calle vamos con los faldones puestos y no tenemos porque ver a nadie, por lo cual, casi siempre voy con los ojos cerrados y muchos de los que me veréis en los ensayos os daréis cuenta, creo que así debería de trabajar mucha gente desde mi punto de vista.
Es muy complicado, hay tantos hombres que son ejemplo. En el más humilde se aprende, desde el que no sabe hacer la ropa, ni rachear debajo de los pasos, porque con esa gente hay que hablar humildemente siempre y cuando tú te pones a su nivel aprendes. El ejemplo es ser honrado debajo de los pasos, lo malo es creerse más que nadie y no mirar para abajo y en el martillo tres cuartos de lo mismo, de todo el mundo se aprende, evidentemente yo tengo que hablar bien de la gente con la que he trabajado, de Alberto, J.R, Afri, de todos los hombres que tienen la valentía de ponerse delante de un martillo con honradez.
Tengo que hablar de la baja del Señor de las Penas, pero también me quedo con la cuadrilla que salimos el año pasado en Santa Cruz, gente muy aficionada.
Todos los trabajos tienen su motivo mientras estén bien hechos
Lo mismo, yo he disfrutado mucho en Rocío y Esperanza contigo (Samuel Mora) (risas9 y sin embargo a la vejez me he vuelto peinetero, esto es como todo, la vida del costalero es cíclica y todos volvemos a un punto de partida.
Viernes Santo porque lo he “mamao de siempre”
Lo mejor los amigos, siempre los amigos y lo peor la lluvia, nuestra eterna enemiga.
Hemos crecido mucho en muy poco tiempo, pero tenemos que aprender de la esencia con respecto a la de Huelva, con respecto a la de Sevilla está demasiado comercializada y hay una imagen errónea que se casta desde fuera de Sevilla porque los que vamos, hemos ido y trabajamos en Sevilla, hemos vivido realidades muy distintas. En Huelva no se está hermaná y en Sevilla no se hacen todos los trabajos bien.
Las dos, la luz que me da la fotografía el día y los escondites secretos que te da la noche.
Siempre bulla, el palco no lo he pisado pero a la vejez y a regañadientes lo pisaré seguro.
Santo Entierro, aunque algunos crean que no
El Yacente, aunque el Señor está en todos lados
21 – Tu Virgen
Soledad de María, aunque la Señora está en todos lados
Me lo pones complicado porque nunca he vivido la devoción de uno ni en mi casa ni en mi vida, pero como obra de arte el Señor de Huelva impone, aunque no sea de una categoría artística de sobresaliente
Por historia Buen Viaje y porque he tenido la suerte de trabajar debajo de Él
Soledad de María, pero por sentimiento, no por nivel artístico
El misterio que se va a poner este año en la Placeta porque aunque no tenga una gran calidad artística, es como el jamón cinco jotas, tiene mucho entrevelao en esta cofradía y un misterio poderoso, yo con el de las Tres Caídas me muero, pero puesto en la calle el Prendimiento es uno de los mejores conjuntos incluso por encima de la Oración en el Huerto
Alma de Dios
Últimamente estoy muy viciao con Rosario de Cádiz porque es como las buenas comparsas de Cádiz, tocan fuerte, alto y con sentimiento
28 – Una Marcha de Cornetas y Tambores
Universalmente la marcha de Cornetas y Tambores es Silencio Blanco
Te diría Tejeras, pero pierdo los vientos por Valverde
Amarguras, porque fue una de las primeras que anduve y por ahí hay que “mamar”
Todos y ninguno. No le pondría nombres pero si apelativos, un capataz con casta, con el sabor de antes pero con la sabiduría de ahora
Tres cuartos de lo mismo, un buen aficionado al costal con la casta de antes pero con la sabiduría de ahora.
Aunque sea muy fea, la Calle La
Mi última chicotá delante de la Urna
Cuando mi mujer se partio el brazo
Lo mejor las amistades, las personas, por encima de todo la Semana Santa
Hay tantas… El año que nos pusimos manos a la obra con la Urna , no había kilos en el paso y la canastilla estaba en el tallista, teníamos la parihuela pelá y mondá y no había forma de conseguir kilos. Lo que hicimos fue subir los bancos de la Ermita de la Soledad encima de la parihuela y ensayar con los bancos en lo alto. En un ensayo íbamos por Santa Fé y estaba Fernández Jurado que era bastante incrédulo respecto a las mujeres costaleras y yo siempre les dije a las niñas “no hablar, no entrar en debate, solo trabajar, trabajar y demostrar y cuando el Señor se ponga en lo alto os podréis defender”.
Con muchas ganas y la verdad que me habéis sobrepasado, quizás porque haya entrado un poco en desgana
Hay que ser honrado, que escuchen a la gente con más edad, no hay que correr, porque la vida de un costalero está entre los 25, 30 años y no hay porque correr para estar debajo de los pasos y ellos tienen la suerte hoy en día de meterse en unos pasos con unas características idóneas para que se metan. Cuando yo llegué tenía que meterme en la Plaza Grande
Que sigáis como estáis y mi lema “trabajar, trabajar, honradez, silencio y demostrar el trabajo, nunca discutir”.
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